Valença do Minho es una compleja ciudad doblemente
fortificada. El
perímetro fortificado de Valença resulta de la superposición de la plaza
setecentista y del castillo medieval, del cual quedan algunos vestigios. Tras
la guerra de Restauración, se iniciaron las obras de la nueva plaza, ya que la
cerca medieval estaba obsoleta contra la artillería. Así surgió la ciudadela,
que adquiriría el nombre de Villa, que protegía el enclave.
Tras los cercos españoles entre 1.643 y 1.670 se decidió
erigir una obra avanzada...y su Fortaleza es sin duda uno de los lugares
con más encanto del norte de Portugal.
Su estado de conservación es excelente y se puede disfrutar
explorando las plazas y callejuelas del casco urbano, donde aparecen numerosas
iglesias y capillas.
Merece la pena pasear por los diversos
baluartes de las murallas desde donde se contemplan magníficas vistas sobre la
comarca y el río Miño, así como también la vecina población gallega de Tuy.
En el norte de Portugal, está Viana do Castelo. Situada en la margen derecha del estuario
del río Lima, un río que nace en Galicia y va a morir al Atlántico.
Cuando nos asomamos al mar tenemos la sensación de
encontrarnos ante un río, pero al ver los grandes barcos atracados nos damos
cuenta que desde allí parten los pescadores del bacalao.
Imagen del centro histórico de Viana.
Hay un barco-hospital, que rememora las tempestades del banco
de Terranova, y un casco histórico lleno de blasones que recuerda tiempos
mejores, cuando el dinero llegaba a Portugal desde las colonias.
Excelentes casas de los siglos XVII y XVIII.
Lo mejor de Viana do Castelo es el Barrio Antiguo, con calles
adoquinadas que llevan de plaza en plaza y de calle en calle, aproximándonos a
palacios e iglesias.
La Plaza de la República es el centro neurálgico del casco
histórico, en donde se encuentran el Ayuntamiento, el hospital de la
Misericordia y una fuente de 1553. Hay también en el lugar una colegiata de
origen románico y varias iglesias barrocas. Conviene ver también la Basílica
neobizantina de Santa Luzia y el Museo Municipal.
BRAGA es una de las ciudades más hermosas y mas
antigua de Portugal, con gran cantidad de impresionantes monumentos Barrocos,
incluyendo uno de los más conocidos del país, el santuario Bom Jesús do
Monte, situado en los alrededores de la ciudad.
La ciudad de Braga está situada en la parte
norte de Portugal, a unos 55 Km al norte de Oporto. La ciudad fue fundada por
una tribu celta llamada Bracari y más tarde fue ocupada por los Romanos.
Braga es una ciudad moderna con una población
joven, con calles ajetreadas debido al comercio y la industria que rodea un
bullicioso y atractivo casco
antiguo repleto de calles empedradas.
Braga es un exponente de una extraordinaria
diversidad de estilos arquitectónicos, ejemplo de ello es su catedral, con
estilos como el Románico, el Gótico, el Manuelino (típico de Portugal), y el
Barroco, todos ellos unidos con una sorprendente armonía. En su interior
podemos encontrar piezas como un órgano barroco, una obra de arte con
salpicaduras en oro y adornada con querubines y criaturas marinas.
Para visitar la ciudad el punto central es la Praça da
República. Esta plaza contiene tresfuentes, la Torre del Homenaje ( Torre
de Menagem ). Desde esta plaza hay que descender la Rua de Souto que
recorre el camino hasta la Catedral. Rua de Souto posee infinidad de tiendas
donde pasar la tarde, incluidas tiendas de artículos religiosos típicas de la
ciudad.
La ciudad de Oporto abraza al río Duero de tal forma que parece estar hecha de
puentes.
Es una ciudad antigua
volcada a su río y al mar. Las pequeñas calles enmarañadas de su parte vieja la
llenan de historias y colores en sus típicas casas y en los edificios con
siglos a sus espaldas.
Los barrios de Ribeira,
Barredo y Miragaia están cercados por las murallas Fernandinas y conforman
el casco histórico que fuera declarado Patrimonio de la Humanidad en
1996. Pero fuera de ellas, Oporto se fue extendiendo con edificaciones magníficas
de los mas variados estilos.
Un paseo por Oporto
debe comenzar en el corazón de la ciudad: la plaza Liberdade. Es el lugar
de encuentro, junto a la estatua de Pedro IV. Desde allí y a corta distancia
podemos visitar también la Plaza de Batalha, caminar por las calles
bordeadas de edificios señoriales de principios del siglo XX, o acercarnos a
algunas de las joyas barrocas de la ciudad, como la iglesia do Carmo o
la de los Clérigos.
Junto a ésta última está
su torre, la famosa Torre de los Clérigos, de silueta barroca y alta. De
hecho, es la torre más alta de Portugal y desde su cima puedes asomarte a toda
la ciudad y seguir el curso del río Duero a tus pies. Un lugar ideal para sacar
fotos al atardecer, si puedes subir los mas de 200 escalones. Y como agregado,
puedes tener concierto gratis porque allí se encuentra el carillón de la
iglesia, con 49 campanas.
Lisboa: La
ciudad de las siete colinas
Una ciudad asentada sobre siete colinas, según
la leyenda, Lisboa es el tipo de lugar donde puedo sentarme en los cafés de la
calle y ver el mundo pasar.
La
ciudad de Lisboa es rica en arquitectura, románico, gótico, manuelino, barroco,
portuguesa tradicional, moderna y postmoderna que se pueden encontrar por toda
la ciudad. Pero, de Lisboa no es toda la cultura e historia.
El Barrio Alto es el centro de la vida nocturna con numerosos restaurantes y
bares donde la música tradicional portuguesa melancólica, el Fado, también
puede ser escuchado.
Uno de los lugares que visitamos es el Palacio de Belem, fue construido en 1559
por el noble don Manuel de Portugal. En el siglo XVIII este palacio se llamó “Palacio
de los Leones” y su placa parece ser el león, símbolo solar que combina la
sabiduría y el poder.
Otro de los lugares es el Monasterio de los Jerónimos, que es el símbolo más
impresionante del poder y la riqueza de Portugal durante la Era de los
Descubrimientos. Fue construido para conmemorar el viaje de Vasco Da Gama
y dar gracias a la Virgen María por su éxito.
El “Monasterio de los Jerónimos”, obra culmen de un estilo arquitectónico
conocido con el nombre de “Arquitectura Manuelina”. Dentro del monasterio
podemos encontrar los sepulcros de grandes personajes de la historia de
Portugal.
Del mismo estilo manuelino y muy próximo a los Jerónimos esta, sin duda el
monumento mas conocido de Lisboa, la “Torre de Belem”, construido para defender
el puerto de Lisboa. La torre destaca por su color de piedra color marfil que
recuerda a un cuerno de rinoceronte emergiendo de las aguas.
La “Estación del Rossio” de estilo neomanuelino o el “Elevador de Santa Justa”,
diseñado por un discípulo de Eiffel.
Coimbra en Portugal situada sobre el río Mondego,
y a medio camino entre Lisboa y Oporto, destaca entre otras cosas por su
prestigiosa Universidad.
Para beber de su historia es imprescindible pasear
por sus calles, y, sentir el pasado y el presente conjugados en perfecta armonía;
es una mezcla de lo antiguo y lo moderno, con calles estrechas, y arcos
medievales.
En Coimbra además de quedar sorprendidos por su arquitectura y Universidad, podemos encontrar “la pequeña Portugal” en Portugal dos pequeninos.
En Coimbra además de quedar sorprendidos por su arquitectura y Universidad, podemos encontrar “la pequeña Portugal” en Portugal dos pequeninos.
Parque dedicado a los más pequeños, pero del que
disfrutamos todos, es una representación de los monumentos y edificios más
sobresalientes de Portugal.
Así sin salir de Coimbra, se puede hacer un
recorrido por las costumbres y tradiciones de Portugal y de sus antiguas
colonias, y de una manera mágica viajaremos de un lugar a otro a través de sus
maquetas.
El restaurante Calado e Calado situado en la parte inferior de la ciudad
antigua en el callejón detrás de la "Praça". Era excelente.
Aveiro conocida como la
“Venecia portuguesa”
El Fado de Lisboa cantado típicamente en las "casas de fado", tanto por hombres como por mujeres. Las mejores casas de fado se encuentran en los barrios de Alfama, Mouraria, Bairro Alto y Madragoa. Tiene como característica fundamental el cantar con tristeza y con sentimientos de dolor
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