sábado, 24 de septiembre de 2016

Córdoba monumental






La Mezquita



Si pudiéramos elegir un solo monumento de Córdoba sería éste.
Pasear por el Patio de los Naranjos es uno de los mayores placeres que puede disfrutarse en esta ciudad.

La gran Mezquita de Córdoba es una de las construcciones más impactantes de España, con su entramado de más de 1.000 columnas. Pero no sólo es un lugar importante por su belleza, sino también por su historia. Se comenzó a construir en el año 785 después de la invasión de los musulmanes y llegó a ser la segunda mezquita más grande del mundo por detrás de la Meca. Tras la Reconquista en el siglo XIII fue convertida en Catedral. Está declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad dentro del centro histórico de Córdoba. 

Muy cerca de la mezquita está la Calleja de las Flores, pequeña y estrecha calle adornada con coloridas macetas y un par de arcos de piedra, la preciosa imagen que se obtiene de la torre de la catedral sobresaliendo entre las paredes desde la plaza al final de la calle es una gran postal.
Alcazar de los Reyes Cristianos.  Con sus murallas y torres son ideales para contemplar la ciudad de Córdoba desde las alturas, pasear por los jardines de la parte posterior es una maravilla... Como curiosidad, en la Torre del Homenaje fue donde Cristóbal Colón se reunió con los Reyes Católicos para solicitarles financiación en su aventura por los mares que todos conocemos.
Cristo de los Faroles. Situado en la Plaza de los Capuchinos, esta escultura de Cristo está rodeada por una verja y por ocho faroles que lo iluminan por la noche. El Cristo de los Faroles es muy famoso por ser nombrado en muchas canciones y coplas.
El imponente Puente romano de Córdoba, también conocido como puente viejo, fue el primero que atravesó el río Guadalquivir en esta ciudad construido en el siglo I d.C. En el extremo cercano a la Catedral se encuentra la Puerta del Puente, antigua puerta que daba acceso a la ciudad; y en el otro extremo se encuentra la Torre de la Calahorra, una fortaleza desde la que se vigilaba el puente. Recomendables las vistas de la ciudad desde la otra orilla al atardecer y por la noche. 
La Judería:  Alrededor de la Mezquita se extiende el barrio de la Judería, que debido a su singulridad, fué declarado integramente Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Por eso debemos perdernos y admirar sus callejuelas.

Gran parte del encanto de la ciudad está en sus placitas y callejuelas. La Plaza del Potro (en una de cuyas múltiples posadas se hospedó Cervantes), alberga entre sus muros el Museo de las Bellas Artes y el Museo de Julio Romero de Torres, y puede ser tomada como un simple ejemplo de los múltiples rincones con encanto de Córdoba. 
La Corredera. La menos andaluza de las plazas cordobesas es quizas la mas representativa y famosa de la ciudad. En ella se celebraron corridas de toros, ejecuciones públicas, actos oficiales y religiosos...repleta de pequeños negocios y bares en los que sentarse a reponer fuerzas.
Comer. En una visita a Córdoba no puede faltar degustar algunos de los platos cordobeses más famosos. En casi cualquier bar o restaurante donde comer en Córdoba nos será muy fácil encontrar las famosas berenjenas con miel. Son muy populares las aceitunas aliñadas, el rabo de toro estofado y los flamenquines (rebozados con relleno de queso, jamón y lomo). Y como no, el popularísimo salmorejo, plato tradicional de Córdoba que se prepara con miga de pan, tomate, sal, aceite de oliva, ajo y jamón serrano y huevo por encima. 
Son las berenjenas Califales. Rebozadas con reducción de Pedro Ximénez. Se ofrecen en las Bodegas Mézquita. Están buenísimas!!!!!!
Aqui se puede ver el  video


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